sábado, 20 de abril de 2013
Cuantas veces nos
hemos mirado al espejo y hemos visto lo peor de nosotros, hemos visto todos
nuestros defectos, hemos llorado amargamente durante las noches y las mañanas,
hemos sufrido la burla de los demás y hemos visto las risas de la gente
clavarse en nuestros corazones y siempre al llegar la noche nos preguntamos
¿¡Por qué?! ¿¡Por
qué?! ¡¿Porque Dios?! ¡¡¡¿Por qué yo?!!!
Y de rodillas y con
los puños apretados y un corazón destrozado lloramos mientras nos preguntamos
¿Por qué?
Y Dios nos responde,
hijo ve más allá.
No desprecies el
cuerpo que yo te di porque a su modo es
perfecto pues yo lo eh creado y yo no me equivoco y todos los “defectos” o
“imperfecciones” tienen un porque a pesar de que tu no lo entiendas, además tu
eres hermoso porque eres mi hijo amado.
Hijo mío no te fijes
en la risa de la gente pues solo son mentiras y engaños de nuestro enemigo,
abre tus oídos y escucha mi voz pues en ella hallaras la verdad y la verdad es
que eres perfecto, eres mi hijo, estoy orgulloso de ti, te amo y jamás te
abandonare.
Hijo mío puede que no
lo veas pero todos los días y todas las noches Yo estoy a tu lado y me duele
verte sufrir, así que abre bien tus ojos
porque ahí estoy yo, estés molesto conmigo o no Yo estare ahí pues mi
amor ti es mayor que cualquier barrera y yo siempre tendré mis brazos abiertos
para cuando quieras darme un abrazo porque donde quiera que estés ahí estaré y
te abrazare y te cuidare hijo mío.
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